miércoles, 8 de septiembre de 2004

Hace unos cuantos años, un amigo tradujo estos versos del bueno de Edgar Allan Poe.
At morn - at noon- at twilight dim-
Maria! thou hast heard my hymn!
In joy and woe - in good and ill-
Mother of God, be with me still!

When the Hours flew brightly by,
And not a cloud obscured the sky,
My soul, lest it should truant be,
Thy grace did guide to thine and thee;
Now, when storms of Fate o'ercast,
Darkly my Present and my Past,
Let my Future radiant shine
With sweet hopes of thee and thine!
Me parecen un buen regalo (en todo caso de Poe, y de mi amigo) para la Virgen María, en su cumpleaños.
En la mañana, a mediodía, en el ocaso,
¡María, has escuchado mi himno!
En el gozo y la pena, en el bien y en el dolor,
¡Madre de Dios, quédate conmigo!

Cuando las horas volaban brillantes
y no ensombrecía el cielo nube alguna,
si mi alma se extraviaba
Tu gracia me guiaba hacia tu Reino;
ahora, cuando las tormentas del destino
oscurecen mi presente y mi pasado
haz que se encienda mi mañana
con dulces esperanzas de tu auxilio.