jueves, 23 de septiembre de 2004

A éste, pues, hizo una seña Simón Pedro, y le dijo: ¿Quién es de quien habla? (Jn., XIII, 24)
En su Comentario al Evangelio de San Juan, dice Santo Tomás:
Pedro quiere saber de quién decía el Señor: Uno de vosotros me entregará (Jn, XIII, 21). Apareciendo siempre en los Evangelios como más audaz y el primero en replicar a causa del fervor de su amor, ¿por qué (Pedro) calla ahora? ¿Por qué confía a otro la pregunta? La razón es triple, según san Juan Crisóstomo: 1º) Como acababa de ser reprendido por el Señor al rehusar que le lavase los pies, temía ahora molestar al Señor. 2º) No quería Pedro que el Señor lo manifestase públicamente, de modo que los otros pudieran oírlo. Por consiguiente, como estaba separado de Cristo, incita a preguntar a Juan, que estaba más cerca de Cristo. 3º) Hay también una razón mística. Juan simboliza la vida contemplativa, y Pedro la activa. Pedro es instruído por Cristo mediante Juan; pues la vida activa es ilustrada acerca de las cosas divinas por medio de la contemplativa. María, sentada a los pies del Señor, escuchaba las palabras de éste; pero Marta estaba afanada de continuo en las haciendas de la casa. (Lc, X, 39-40).