jueves, 28 de octubre de 2004

No sé otros. Pero Alejandro Dolina y J.R.R. Tolkien, no creo que vayan a estar muy contentos.

Para el de Caseros, ahora su invención literaria de "Los Hombres Sensibles de Flores " tiene alcurnia, y de guardapolvo blanco, es científica, y eso quiere decir que es una cosa seria y que ya no es ninguna pavada bohemia de escritorzuelo sudaca, que era lo que a él le gustaba.

Al inglés, en cambio, le malversaron el nombre (aunque creo que le habría divertido poder decir que sus historias no eran ningún invento y que además de hobbits, también existen los dragones, los elfos, Melkor, Gandalf y los demás...)

Ahora, olvídense de creacionistas o evolucionistas. Que cada cual se quede con su religión. Lo que es a mí, mucho antes de que me obliguen a elegir credo o a dar razón del que tenga, igual me parece insufrible ese aire que tienen los científicos-etnólogos-antropólogos y esas cosas..., ese aire de que descubrieron el secreto que las tías no quieren contarles sobre la prima Pochi, ese aire de que ellos saben dónde escondió los caramelos la mamá, ese aire que les viene cada vez que encuentran unos huesos de pollo o de mono.

En general, esos plantos y cacareos cientificistas sobre ramas y ramificaciones me suenan a resentimiento de huérfano que no sabe quiénes fueron sus padres, y me suena a que -por resentimiento- el huérfano se va a inventar un pasado porque nadie le quiere decir la verdad (o, peor, tal vez, porque no le gusta la verdad que le dicen.)

Pero, claro, en un huérfano no sólo su orfandad sino hasta ese resentimiento puede mover a compasión. A mí, en cambio, estos científicos pomposos, estos ajedrecistas filogenéticos y autosuficientes, que en vez de piezas usan puntas de flechas y volúmenes cefálicos, más que huérfanos me dan la impresión de ser hijos malparidos...

Esa cosa humilde que tienen los científicos que se empecinan en ser monos y rechazan ser hombres. Esa cosa humilde y ascética. En vez de ser creatura divina nacida espiritual, mejor mono encefalizado por haber bajado de los árboles...

En fin, chicos, de paso, échenle una miradita a la tía abuela Floricienta, la Peti...

(No se asusten por el dibujito, en realidad parece que los huesitos que encontraron son huesos de tía abuela y no de tío abuelo...)