viernes, 8 de julio de 2005

El Pez

A propósito de la cuestión de la cruz y de los símbolos del cristianismo, Juan me dice
El Pez, ICTHUS, es un símbolo que sirve para meditar.
Veamos un poco, porque es verdad que hay miga en este asunto del pez, lo que incluso viene a cuento para decir algo respecto del cristianismo hoy, además de la cuestión de los símbolos.

Lo primero que digo al respecto, y lo último que al final diré, es que, precisamente, el pez es en verdad uno de los símbolos que los cristianos primitivos usaron especialmente en las catacumbas romanas y que lo hicieron en tiempos de persecución.

Creo que más o menos la historia es conocida, pero, como primer capítulo, la refresco rápidamente.

La palabra pez en griego se podría transcribir en castellano, más o menos, como IJZUS.

Lleva en griego tres letras que no tenemos en español. La ji, que se escribe como una especie de X mayúscula y que se pronuncia como la 'j' en español o la 'ch' en alemán; la theta que se pronuncia como la 'z' en España (no en la Argentina, por cierto) o como la 'th' en inglés; y la ipsilon que en minúscula es parecida a la 'u' española y en mayúscula, precisamente, nuestra Y (y griega), se pronuncia como la 'u' francesa o la ü alemana, por ejemplo, cuando va junto a la omicron (o), pierde el sonido 'ü' y forma el sonido 'u' como en español, como en 'theou' = 'theu'.

La palabra pez también puede transcribirse como ICHTHYS, o ICHTHUS.

Ahora bien, cuando se escribía la palabra, solía escribirse en forma vertical, porque se usaba como un acrónimo, esto es que cada letra es la letra inicial de una palabra
I = Iesoûs = Jesús
CH = Christós = el Cristo (el ungido)
TH = Theoû = de Dios
Y = jYiós = Hijo
S = Sotér = Redentor (liberador, salvador)
(La 'j' que aparece antes de la 'Y' representa un 'espíritu áspero', un signo que en griego se coloca para indicar que una letra habrá de sufrir una aspiración. En este caso, el 'espíritu' va sobre la segunda vocal, pero afecta a la primera: jyiós.)

Es decir: Jesús Cristo, Hijo de Dios, Redentor.

Por cierto, lo que habitualmente se veía era un pez y nada más. Con menor frecuencia se veía la palabra. Lo que aparecía dibujado, el pez, era algo que se llamaba ICHTHYS. Y esa figura, para un cristiano primitivo, remitía a la palabra y la palabra a la profesión de fe: Jesús es el Ungido, el Hijo de Dios, el Redentor.

El hecho de ver la figura, por ejemplo esculpida sobre una roca que hacía de lápida, permitía a otros cristianos saber que el que estaba enterrado en un sepulcro determinado en las catacumbas, también era cristiano.

Hasta aquí, entonces, los prolegómenos.