jueves, 30 de marzo de 2006

Pescado podrido

Se trata de un documental de un austríaco Hubert Sauper -disculpe mi ignorancia-, que filma la explotación de un pez en el lago Victoria, Tanzania. Y así armó el año pasado un revuelo enorme.

La perca del Nilo (un manjar, dicen -disculpe mi ignorancia-), todavía es objeto de toda suerte de discusiones y debates, como emblema de... los atropellos de Occidente en África. Así lo trata el filme -Darwin's Nightmare (2004), es decir La pesadilla de Darwin- y se volvió de ese modo un tema de conversación acalorada y engolada.

En algún lado de las decenas de páginas que tratan el asunto, el director argumenta que "es increíble que allí donde una materia prima es descubierta, los habitantes de las comunidades locales mueren en la miseria, sus hijos se convierten en soldados y sus hijas en sirvientas o prostitutas. Escuchar y ver una y otra vez las mismas historias me pone enfermo. Después de centenares de años de esclavitud y colonialismo en África, la globalización de los mercados africanos es la tercera y más aniquiladora forma de humillación para la gente de este continente. La arrogancia de los países ricos hacia el Tercer mundo (que representan 3/4 partes de la humanidad) está creando incomnesurables peligros futuros para todos".

Los franceses de Le Monde se tomaron el trabajo de ir a Tanzania para ver si lo que dice el documental es cierto. Y a la vuelta dijeron que algunos puntos "fuertes" de la denuncia no son tan ciertos.

Pamplinas.

Me cansé.

Iba a desarrollar un poco más el asunto (porque le vi un costado de veras significativo), pero me harté.

¿Peligros futuros?, papanatas. ¿Dónde estuvieron en los últimos 30.000 años los que hacen documentales, los que aplauden documentales, lo que critican documentales?

Que los europeos, el mundo occidental, el capitalismo o el nombre que más bronca les dé, se desayunen una mañana acerca de África, del 'llamado' tercer mundo (suelta Le Monde, con displicencia...), de la globalización, de la lógica del capitalismo, de la carga del hombre blanco, de las leyes implacables del mercado, de los costos de la opulencia y de estar ahitos...

Que lo mismo se tironeen esas cosas a derechas y a izquierdas...

Que procesen todas esas imágenes con la procesadora ecologista de chaleco color oliva, o bienpensante de remera, o socialdemócrata de saco de tweed, o marxista con un AK en bandolera o derechosa de corbata, perfume y negocios...

Bobos del desarrollo sustentable, pelagatos de la mala conciencia social...

Y que mezclen todo en esa licuadora que tiene en lugar de cabeza, para poder darle al final un tono políticamente correcto a sus lágrimas o ínfulas: niños devorando gusanos y la naturaleza sollozando por la explotación cruel del insaciable y depredador...

Y que de paso hasta tengan tiempo para discutir el 'formato' documental, que sí, que no, que la subjetividad de las objetividades, que el papel del cine en la pintura o la mentira de la realidad...

Fatigoso. Terriblemente penoso.

Álogos. Es el nombre de la enfermedad cefálea -y cordial- de este mundo.

Así que, hablando de la perca del Nilo, un viejo dicho que parece le gustaba a Perón, y a mi padre: "el pez se pudre por la cabeza..."

Uf.