viernes, 10 de marzo de 2006

Siamo tutti noi i lavoratori indiani
























SCUSI, E' OCCUPATO? I lavoratori dei villaggi vicini a Raipur, capitale dello stato centrale indiano di Chhattisgarh, viaggiano in treno quotidianamente con non poche difficoltà. La rete delle ferrovie indiane, una delle più grandi del mondo, trasporta ogni giorno circa 15 milioni di persone con l'utilizzo di circa 10.000 treni...

Eso dice el Corriere della Sera, hoy.

¿Saben lo que les digo a los del Corriere?: ¡Ja!

Agentes de pacotilla, desesperados, marketineros del charter: ¡Ja!

Pequeñoburgueses: ¡Ja!

Sepan, señores, que en la India, como en la Reina del Plata, los ingleses hicieron un tendido ferroviario para natives, de tal envergadura, que es capaz de trasladar semejantes cantidades de lavoratori, sin que los rieles crujan ni trepiden. ¿O creen que están hecho así nomás? No, al contrario...

Hagan un acercamiento de la foto y verán esas sonrisas dientiblancas; lean esos labios y verán que tal vez la palabra que oyen es "England!, England!", fervorosa, alucinada, paroxísticamente coreada.

¿Qué? ¿Creen que no hay lugar en el tren? ¿Creen que no ríen? ¿Creen que...? ¿Qué creen?

No, y no....

Tal vez salieron a celebrar a la rubia Albión, dirán...

O tal vez están simplemente viajando cotidianamente con no poca dificultad y se ríen, no por eso, sino a pesar de eso...

Estos tanos. No entienden nada. Se creen muy vivos exhibiendo a los perderores del tren de la historia.

-Vamos a subir al tren, sahib..., bajamos, sahib...

-Vamos a trabajar, sahib..., volvemos, sahib...

No, nada de eso.

Signori: Siamo tutti noi i lavoratori indiani...

Y eso, como tantas otras cosas, no lo saben ya los tanos, ni los ingleses lo supieron, ni...

Quotidianamente, es la palabra importante, pazguatos.

Con non poche difficoltà, no quiere decir nada importante. Valga la redundancia, quiere decir...

Quotidianamente, con non poche difficoltà, vale lo mismo que decir "la vida es la vida mientras estemos acá, y es dura y difícil, cotidianamente, día a día, hasta que acabe este tiempo..."


Ya sé, sí, ya lo sé.

HMS no estaba pensando en eso cuando tendía rieles para las líneas más largas del mundo, en la India, aquí, o donde haya sido que los tendió. No.

Ella es la madre que los tendió. Nada más. No sabía adónde llevaban en realidad, qué significaban.

Estaba pensando en otra cosa. Estaba pensando en viajar por este mundo, interminablemente. Como pensaba en saber dónde estaba al instante en este mundo. (Después de todo, puestos a ver, curiosamente el tendido de sus telégrafos que acompañó a sus rieles era invento de un tano: Guglielmo Marconi. Y la empresa que los tendió. Y que empezó en la India, para más datos. Mire lo que son las cosas...)

Tampoco entienden demasiado los tanos del Corriere: ya que vamos a viajar cotidianamente por este mundo para siempre jamás, viajemos sin mucha dificultad...

No. Ninguno de los dos entendió nada.

Sabe más un paria indiano, sabe más un albañil de Villa Astolfi del sentido arcano que hay en el viaje por esta vida quotidianamente, con non poche difficoltà, apenas colgado de un tren suburbano, y de lo que simbólicamente puede llegar a entender que esto significa, que lo que puede saber un cagatintas milanés del XXI que publica su foto o un pulcro ingeniero o banquero british del XIX, que lo ha diseñado o financiado.

La incomodidad es incómoda. No hay que ser inglés o italiano para darse cuenta.

Pero hay que atesorar ciertos símbolos. Y la incomodidad -de i lavoratori indiani o de cualquier otro viandante por los caminos de este mundo, mientras dure este mundo-, es un símbolo bastante aceptable de la realidad humana, mientras transita por los caminos de este mundo, mientras dure este mundo.

Si dispone de $7 para invertir en investigación aplicada -y no que yo lo haya hecho-, basta viajar en charter para darse cuenta.