sábado, 3 de junio de 2006

Pot-pourri IV (y basta por ahora...)

Habrá quien pueda decir: no entiendo por qué la noticia -y el título es buena parte de la noticia- es el 'pololeo' a escondidas de estos chicos.

Pero el asunto es que el periodismo tiene una necesidad tal que se fagocita todo, todo lo traga y hace como si lo digiriera.

No importa si es periodismo de derecha hablando de los revolucionarios de izquierda.

Después, acaso, vendrá la película, algún premio en el festival de cine de tal y cual, el debate. Acaso. Pero no sería extraño.

Es parte del protocolo y no es difícil de entender, en realidad.

Casi diría que una cosa deja realmente de existir cuando aparece en los medios de comunicación.

Tal vez no sea intencional, tal vez sea una virtud del sistema mediático, inconsciente. Difícil que sea, pero posible, al menos.

Estos chicos tal vez han comenzado a no existir y no lo saben. La política, los medios, el espectáculo parece que hacen eso.

De ellos quedará lo que ellos decían que profesaban. No así nomás: debidamente adobado para consumo revolucionario o masivo. Es la forma en que nos enteramos de lo que las cosas son en un mundo mediatizado.

Trivializar es el verbo que se me ocurre. Es lo que pasa, es lo que se hace.

Lo que está en juego -bueno, malo, mejor, peor, saludable, nocivo- siempre puede transformarse en algo que se pueda consumir. La izquierda lo sabe, lo usa y no le importa. El capitalismo cree en eso firmemente, así que no tiene que disimular.

El resto -no sé bien quiénes son el resto- estamos fritos.