Lo bien que hace en recordarlo.
En estos tiempos en los que cada quien parece saber cuáles son sus preferencias y sus bandos. Y cuando cada quien parece saber las razones de sus preferencias y las razones de sus bandos.
Para cuando todavía estén hablando de geopolítica, podremos recordar -si acaso- sobre "las ruinas" de qué podrían estar peleando. Y por qué.
Francisco hace referencia a una oración. Lo bien que hace, también.
¡Oh María, Reina de los montes y de los mares
de nuestro querido Líbano!
Tu pureza es semejante a la blancura de sus cumbres
y se expande como el perfume de las flores.
Tú, oh Madre,
tomaste los jazmines de nuestros campos,
para que te sirvieran de corona
en tu título de Inmaculada,
y las cumbres de las montañas,
como plantas de tus pies.
Te rogamos vuelvas las miradas
de tus maternales ojos
y extiendas tus purísimas manos
para bendecir a este pueblo,
que desde los primeros siglos
se ha distinguido en darte honor
y propagar tu devoción.
Podrá ser ignorado, pero no es nada nuevo o desconocido.
Hay más sobre esto aquí y también, más específicamente, aquí.