Si no entendí mal, creo haberme hecho una idea, más o menos, de a qué se puede aplicar aquello que Etchebehere-Yupanqui dicen cuando dicen que
Todo consiste en tener
memoria para el olvido
y echar al desconocido
transcurso de la costumbre
leopardos de dulcedumbre
y tórtolas de bramido.
Claro.
Cada quien es cada cual.
Cada quien sabrá para qué olvidos precisa tener memoria.
Y cada cual sabrá adónde le van a parar sus leopardos de dulcedumbre y sus tórtolas de bramido.