sábado, 24 de marzo de 2007

Sirva d'aviso

El día, hoy, estaba para toda clase de tristezas y sobresaltos. Y había que pasar al otro lado. Del día a la noche. Y de la noche al día.

Feas cosas hay en el mundo. Feas cosas pasan. Y a veces peores son cuando pasan de una vez y todas juntas. No importa qué, la cantidad es una categoría siempre molesta. Pa' bien y mal.

No por nada Dios es uno.

Con el número dos nace la pena.

Y cuando las penas son más bien de otros, a veces uno se entera cuán de uno son las penas de los otros.

Así que.

Mejor, la música para pasar el día hasta la noche. Y de la noche al día.

No sé por qué, la jornada fue para el flamenco. Será porque tanto me gusta...

Y cuando hay que pasar del día hasta noche y de la noche al día, es compañero. Y tanto.

Así encontré algo que no conocía: una de las Sevillanas Bíblicas de Alosno, de Huelva. Hecha por el lamentablemente desaparecido Paco Toronjo (la versión viene de Sevillanas de Carlos Saura, que no vi y me gustaría), me suena de maravillas. (* ver más abajo)

Y me sonó -literalmente- toda la tarde del día, y todo el día, con otras cosas, que para no aburrir quedaran para otra vez. Salvo que insistieran furiosamente, por devoción, claro, y no por mera curiosidad...

La vio el rey David

A Beisabé en el baño
la vio el rey Daví:
no quedó tan prendado
como yo de tí.

Hubo misterio
en la carta d'Ungría,
según yo infiero.

Cuando la hermosa Judi
venció a Lofernes,
lo venció con caricias
no con desdenes.

Supo cortarle
la cabeza del cuello
y degollarle.

Mientras Sansón dormía,
Lalila
infame
los hilos de la fuerza
supo cortarle.

Sirva d'aviso,
qu'a mayor confianza,
mayor peligro...

Asalón presumía
de sus cabellos,
que no le competían
ángeles bellos.

Sirva d'aviso,
que sus cabellos fueron
su precipio.
(No puedo evitar intentar transcribir algo de la fónetica, tan deliciosa como antiguamente ingenua y bella...)

Sentenciosa la sentencia, como son por allá, vieran ustedes a qué cantidad ingente de cosas del mundo y del tiempo se le aplica.

Del día hasta la noche. Y de la noche al día.

*   *   *

(*)
Actualizo esta entrada, después de siete años (pues ya estamos a 2014...)

Dejo estas Sevillanas de Alosno, finalmente, en la versión de Saura que decía.