lunes, 24 de marzo de 2008

Smith

En 1920, el asunto de la separación de la Iglesia 'en' Gales concluyó con un Welsh Disestablishment Bill, al que el partido conservador, el de los tories, se opuso furiosamente en el parlamento, con el ariete entre otros del tal F. E. Smith.

Contra Smith y en ocasión de este debate, Gilbert K. Chesterton escribió un poema irónico y muy musical, díganme si no... Fue a propósito de una frase rimbombante que tomó de las expresiones del parlamentario tory, que suena entre otras cosas como una hipérbole imperial, porque parece que trasladara al cosmos un asunto casi de cocina inglés, manipulando para ello al cristianismo: A Bill which has shocked the conscience of every Christian community in Europe...

La enormidad sirvió de epígrafe para la oda.
ver

Antichrist or the reunion of
christendom: an ode

Are they clinging to their crosses,
F. E. Smith,
Where the Breton boat-fleet tosses,
Are they, Smith?
Do they, fasting, trembling, bleeding,
Wait the news from this our city?
Groaning "That's the Second Reading!"
Hissing "There is still Committee!"
If the voice of Cecil falters,
If McKenna's point has pith,
Do they tremble for their altars?
Do they, Smith?

Russian peasants round their pope
Huddled, Smith,
Hear about it all, I hope,
Don't they, Smith?
In the mountain hamlets clothing
Peaks beyond Caucasian pales,
Where Establishment means nothing
And they never heard of Wales,
Do they read it all in Hansard
With a crib to read it with -
"Welsh Tithes: Dr. Clifford answered."
Really, Smith?

In the lands where Christians were,
F. E. Smith,
In the little lands laid bare,
Smith, O Smith!
Where the Turkish bands are busy
And the Tory name is blessed

Since they hailed the Cross of Dizzy
On the banners from the West!
Men don't think it half so hard if
Islam burns their kin and kith,
Since a curate lives in Cardiff
Saved by Smith.

It would greatly, I must own,
Soothe me, Smith!
If you left this theme alone,
Holy Smith!
For your legal cause or civil
You fight well and get your fee;
For your God or dream or devil
You will answer, not to me.
Talk about the pews and steeples
And the cash that goes therewith!
But the souls of Christian peoples...
Chuck it, Smith!

Hoy por hoy, y pese a una tradición que tal vez podría haber hecho suponer en parte al menos otra cosa, la Iglesia 'en' Gales, como más o menos oportunamente se la denomina desde principios del siglo XX, tiene mujeres ordenadas desde hace unos 10 años y se encuentra en medio del debate acerca de la ordenación episcopal femenina, con piezas de distinta laya.


Si uno mira el asunto, cabe tal vez la pregunta sobre si tendría toda la razón entonces el poeta.

Habrá quien diga con un razonamiento algo bastante chueco que, visto lo que resultó, GK se equivocó al ponerse de parte de los galeses; y diré que es bastante chueco pero además rastrero y pusilánime como todo argumento exitista. Creo que está claro que no parece que pudiera saber GK cómo terminaría el asunto de la Iglesia en Gales. Pero, y aunque no fue sobre lo que vino después que GK expresó su opinión lírica, ¿estaba en el origen lo que vino después y GK no lo vio? Tampoco parece. Podemos tener en cuenta sus motivos en esa ocasión, cosa atendible; como también hay que admitir que todo el caso vino a dar a esto de hoy, aunque no necesariamente en razón de esa separación galesa. Y creo que es claro que per se no es un baldón para el escritor. Porque bien podríamos decir que la defensa del Bill por parte de GK -nótese que él fue oficialmente anglicano hasta 1922- no era sine die y ante cualquier circunstancia. No hay que dejar aparte el hecho de que con su intervención no solamente se oponía a los tories, a los que se enfrentó por sus ideas políticas especialmente acerca de Inglaterra, sino en este caso a su propia iglesia de entonces, la de Inglaterra.

Hay que ver que lo que podría haber sido defendible en una ocasión y por determinados motivos, no extiende un bill permanente sobre todo el desarrollo del problema, sus consecuencias, implícitas o no en su origen, y casi diría a todo lo que rodea al asunto.

Pero.

También está el hecho bastante central en este caso de que uno puede tener una opinión respecto de un asunto determinado y darle la razón a alguien en un asunto en el que efectivamente la tiene, aunque no necesariamente sea de su partido, iglesia o club. O, lo que a veces es lo mismo, negarle la razón a alguien en un asunto en el que no la tiene, pese a que sea de su partido, o de su iglesia o club. Y -para los finos dialécticos- salvemos siempre el hecho de que se defienda la opinión de alguien que esté diciendo algo verdadero (de verdad teórica o práctica), porque es verdad o porque es lo justo.

Claro.

Si alguno está pensando que eso es inusual, tiene razón, porque lo usual es que, ante un asunto sobre el que se puede o debe opinar, habitualmente pasa que se está más atento a la suerte de sí mismo -que muchas veces significa la suerte de su partido, iglesia o club- que a la suerte del asunto en cuestión.

Como también tendrá razón quien pensara que eso de darle la razón al que la tiene independientemente de otras consideraciones más políticas o de partido, o de club o de iglesia, es algo que tal vez un tipo como GK podría hacer, pero no cualquiera.