martes, 5 de agosto de 2008

Miscelánea de días (IV)

Alguien, creo que como al pasar y me parece que metafóricamente o buscando un efecto literario, dijo en medio de una conversación: "basta de contraseñas..."

No importa qué quiso decir. Fabuloso tema.

Fue hace unos cuantos días. Pero me ronda la frase. Me ronda, más bien, el mundo de contraseñas, que es más que la simple frase.

Ahora, cada vez que un cuadradito pide password, clave, contraseña, no puedo sino zambullirme en el asunto otra vez. Y eso pasa ¿cuántas veces al día? Parecen millones.

Hasta que uno se da cuenta. Y entonces parecen miles de millones.

¿Ventanitas, cuadraditos? No, mi amigo, no. Eso también. Pero con ser terrible la cantidad de pasadizos secretos en los cuales sin el santo y seña uno no hace nada, hay más que eso.

¿Cuántas contraseñas conocemos? ¿Y cuántas cosas que no sabemos que son contraseñas son contraseñas y las usamos casi mecánicamente como contraseñas? ¿Cuántas decenas de miles?

¿De cuántas contraseñas nos valemos para incluir, excluir, apartar, sumar, hacer saber, hacer ignorar, sojuzgar, asociar, hacer parecer, parecer hacer?

El que esté libre de password, que tire la primera clave...

Fabuloso tema.