martes, 17 de agosto de 2010

Buzo en voz (II): Un recuerdo

Gracias a los buzos de Alcántara, me acordé en estos días del querido e insigne tucumano, a propósito de estas cuestiones poéticas. El hombre tenía un oído fino y una memoria prodigiosa para los versos. Sabía de lo que hablaba y hablaba poco. Aunque lo hacía “desde adentro” de la poesía, si usted me entiende. Pocos pueden hacer eso.

Pasó hace una punta de años ya, en el pueblo. Se habían organizado unas jornadas de homenaje y celebración de Leonardo Castellani y uno de los asuntos a tratar era la más terrible de las cuestiones relacionadas con el buen cura. Precisamente, su calidad de poeta.

Como era sabido que el insigne negaba in toto la vena lírica del homenajeado, se le pidió a él que desarrollara el asunto.

Lo hizo con mucha gracia, pero no cedió ni un ápice y, aunque hablaba sin papeles (como siempre), nos llevó de aquí para allá con sus razones y con ejemplos de cómo Castellani no acertaba y de cómo, a lo más, podía dársele el título de buen poeta… en prosa, que fue lo más que concedió el insigne, mientras los cachorros le mordían los garrones, jugueteando y no tanto.

Hasta que, al final, dio un giro.

Se le preguntó si acaso podía encontrar un ejemplo de algún momento lírico feliz en el cura, con lo que ya parecía llegarse al colmo del regateo.
Tengo y lo voy a contraponer con un ejemplo mío. Es una definición de la poesía. Yo, en unos debates que se hicieron en Tucumán hace años, intenté definir la poesía porque se había caído casi en una especie de desesperación por encontrarla, después de pasar por muchas famosas. Y yo hice ésta:

Es poesía la verdad
entrevista por su gracia
en la cosa,
dicha con tal claridad
que el dicho le da eficacia
más sabrosa.

Y Raúl Nadal, un poeta que estaba ahí, me dijo:

- Pero yo no sabía que eras poeta…

- No, le dije, eso no es una poesía. Es una definición filosófica puesta en verso. La definición poética de la poesía la hizo el P. Castellani:

Un poeta nunca miente
ni en lo más imaginao
y esto es todo inventao
y no hay nada que no invente.

Esa es una definición poética de la poesía.
No le voy a discutir ahora al maestro insigne cuál de las dos es mejor, porque sería casi impío. Creo que es verdad que la suya es filosofía puesta en verso. Como creo que es verdad que la de Castellani tiene unos remolinos de honduras que lo dejan a uno perplejo.

Por lo menos, le garanto que se puede hacer un tomo grueso con eso de que "un poeta nunca miente (...) y no hay nada que no invente".