sábado, 21 de agosto de 2010

Pelícano

De un modo u otro, se sabe que hay quienes pasan de vez en cuando por esta bitácora.

Hay que hacer una advertencia, entonces.

Por un tiempo, aparecerán aquí los resultados de unos ejercicios, de los que ya algo dije, que son de cuando –en la primera parte de este año- viajaba por Sicilia y otros sitios, tomando notas de esto y de aquello.

Uno nunca sabe qué buscan y qué encuentran los viandantes en estas páginas. Pero tal vez pueda hacerse algo para que no les pase que encuentren lo que no buscan. O que busquen algo y no lo encuentren, que es lo más probable.

De allí el pelícano que ilustra estas líneas. Pues pareció lo mejor dejar un signo inmediato que le permita seguir viaje a mejores vientos a quien quiera pasar de largo y no verse obligado a toparse con versos. Y eso porque las notas de esos viajes, se entiende, están dichas en verso.

Así las cosas, compadre, ya sabe lo que tiene que hacer si ve un pelícano.