lunes, 18 de octubre de 2010

Mientras (II)

Esta mañana, mate y tabaco a mano, estaba oyendo músicas de Atahualpa Yupanqui.

Porque si usted viera, paisano, lo que es entrarle en seco a La vida es sueño, y al alba...

Ayudan las milongas y vidalas, créame.

Y entre aquellas músicas estaba ésta, que me distrajo de la Polonia de Segismundo y me lo figuró a Lugones, vaya a saber uno por qué, aunque no tanto.

Entonces, y mientras, que le quede dedicada.