domingo, 3 de junio de 2012

Cosas que pasan


Hay que hacer valer el tiempo. No sobra.

Por eso.

Mientras miro y pienso -y no pasa nada de nada en la polis agitada y canallita de los unos y de los otros-, mejor que el lector benévolo tenga en qué leer las cosas que pasan.

Y sí, porque ya le tengo dicho que las cosas que han pasado, de un modo u otro, pasan todavía.

Aquí quedan, entonces, tres de Aragón: Siempre la independencia, Para qué sirve un apellido y La noche del poeta (porque, la poesía, ésa sí que no pasa...)