domingo, 3 de junio de 2012

Es noche y junio


Con luz de los jardines de la luna
llega el blanco fulgor amanecido
por el ceño asombrado de la tarde.

La luna llena de quereres vanos,
lunática en sus odios, ronda nieblas
sobre el campo sin voz de una batalla.

El sol no está, la noche se me esfuma
horadada del humo de este fuego
que en sus maderas arde corazones.

Libres de soledades, siempre libres,
los ojos no resuellan, mientras pasan
las horas como ejércitos triunfantes.

Es noche y junio. Su dolor en trinos
dice un ave sin luz al limonero,
y la nada en silencio le responde.

Vaga el sopor helado de un otoño
en su viaje indeciso, sin talante,
mientras dejo que lánguido se pierda.

La boca quieta y con las manos mudas,
voy al misterio con la luna sola
en el cielo. Y en todo sin testigos.