sábado, 30 de junio de 2012

Falta

Miro los diarios, oigo voces y más voces, las mísmas voces, las mismas cosas. Y así es como se ve que pasan cosas que son, en substancia, mil caras de una sola cara. Y no alcanza. El veranito, además, sigue, y el invierno no llega, lo que ayuda al menos como parapeto.

Todavía falta, parece, para que me ponga a terminar lo que falta. Y no es que no haya de qué hablar, porque sobra de eso. Me pregunto también si el tiempo cuenta, si es necesario terminar de pensar antes que..., antes de... Y no. No es necesario, claro.

Entonces.

Miro la lista de notas y artículos que tengo a mano de Aragón, siempre es mejor que hablen los que saben. Pero veo también que esta serie Bajo estos mismos cielos se va terminando. Faltan unos pocos asuntos y ya no habrá más de esto. Pena de la vida, diría Castellani, servía asaz.

Qué remedio. Por ahora, y mientras haya, que Aragón nos explique algo acerca del federalismo obligado de los federales en 7 de enero, comienza el año XX.

Con El almirante saca pecho... colorado, nos asoma a las memorias de Iriarte y su mal carácter. Veo que este articulito en el que el soldado se ensaña con el almirante Brown le valió a Aragón una réplica naval que, si cuadra, traeré en la próxima.

Está El rosario, que es a medias historia, a medias doctrina, a medias política.

Y me voy a esperar lo que viene.

Y a esperar lo que falta.