domingo, 24 de junio de 2012

Voz que lucía


Florece de dulzura y resolana
el junio tibio que tu luz perfuma,
mientras tu voz de sol, que me trashuma,
aún va en el aire, frágil y galana.
Desde el estero, nostalgiosa, mana
de un ave gris, que canta entre la bruma,
la nota clara que el amor exhuma
y esparce por el cielo y la mañana.
Llevo en las manos hebras de tu fuego
y resplandezco lunas a mi paso
con el brillo de plata de tu estrella.
Bebo en la voz tu resplandor, trasiego
en el aire, del alba hasta el ocaso,
esa luz que lucía y que es tu huella.