lunes, 31 de diciembre de 2012

Cerro adentro


Sube por el dolor de unos rescoldos
el humo apenas de esta noche fría
y un resplandor de luna ya en la cresta
beatifica unas moles expectantes.
Un silencio de sierra, las majadas
al reparo del aire entumecido,
el vacaje que vaga a su reposo;
y un vigía de sombras, cerro adentro.
Bellamente es oscura la montaña.
Tan bellamente aroma los sentidos.
Bella es la soledad de su hermosura.
Y al murmullo de pumas y de espinas
que gimen en las brasas dulcemente,
el cerro acuna cuando el sueño llega.