jueves, 20 de diciembre de 2012

La montonera



 A Manuelita Rosas
La dulzura punzó tiñe tu risa.
Domas la crin feliz y el viento pampa
en la noche sin luna de tu pelo
trasmina madreselvas y jazmines.
Por tu elegancia niña de señora,
le quedan a este sur que enamoraste
corazones en sueños y grandezas,
guerreando a muerte por tus ojos pardos.
El yugo de tu ley es amoroso:
Gobernadora, riges y gobiernas
el desierto y la luz, el río, el monte.
Y en tus venas germina el brillo quieto
de otra mirada clara y corajuda
que corre por tu sangre y heredamos.