sábado, 19 de enero de 2013

SubRepticio



-¿Qué opina de este chiste, cumpa?

-Y..., no sé. Dos cosas podrían ser.

-Oiga, es un chiste...

-Claro, por eso mismo...

-Ahí vamos otra vez...

-Mire, mi amigo, a ver si nos entendemos: si las cosas no tienen sentido, no lo tienen y listo. Pero, si lo tienen, lo tienen. ¿Cuál es el problema? Además, aunque a usted le va a sonar feo, esto es como una piedra que se tira al agua. Va haciendo ondas al hundirse y cada onda se aparta ondulando del lugar donde la piedra cayó, concéntricas. Así que resulta que al final hay ondas más cercanas a la piedra del asunto y otras más lejanas, aunque todas tienen que ver con el hecho de que cayó una piedra en el agua. El sentido es parecido: algunas ondas se van alejando y son más anchas y otras son más cercanas y más estrechas. Lo que está más cerca del lugar en el que cayó la piedra es lo más pertinente al asunto, lo que está más lejos es lo que, aunque tenga relación y sentido, lo tiene más lejanamente. La onda más ancha es la que llega más lejos y a más gentes, pero está más lejos del asunto. La onda más estrecha llega a menos gente, pero está más cerca del asunto... De todas maneras, el sentido último de todo el asunto es la piedra misma, claro...

-Bueno, bueno..., ¿y el chiste?

-Precisamente. Supongamos que hay al menos dos cosas en ese digamos que chiste. La que parece más inmediata es la menos pertinente al asunto de fondo, según mi paladar. Es como si dijera que en el gráfico está más bien y en primer plano la aplicación y no la doctrina. Creo que ese mensaje, por eso mismo, es en primer término para gente de izquierda y, más precisamente, para gente de izquierda que sin ser peronista tenga alguna relación o expectativa respecto del gobierno de Cristina, su gestión actual y su perspectiva futura. Un como chiste en clave, un mensaje con destinatario.

-Me la pone difícil, si lo dice así... Explique el chiste, aunque usted dice siempre que si hay que explicarlo no tiene chiste...

-Para empezar no sé siquiera si esto es chiste y ni siquiera humor, stricto sensu...

-Con más razón...

-Sería algo más o menos así: supongamos que desde unas izquierdas aliadas al gobierno le dicen a las variopintas izquierdas de acompañamiento crítico, que hay alrededor del proyecto, que se dejen de joder y se disciplinen y que acompañen sin tanto bardo, tanta desconfianza..., y, sobre todo, sin tanta crítica. Por el año electoral, porque hay batuque en el aire, por lo que se pueda venir...

-Ah, sí..., podría ser, medio raro, pero puede ser, sí, visto así...

-Eso digo.

-¿Y el otro sentido, la otra cosa...?

-Ah, no... Es enero, ¿qué apuro hay? Si no es hoy, será mañana. Pero le garanto que es la parte más interesante, según yo. Porque, la verdad-verdad es que si el dizque chiste es eso sólo, una especie de apriete a los compagni, es como la reinterpretación de las interpretaciones de la interpretación de los documentos de la V Internacional, un embole intragable (creo que hasta para un marxista de estricta observancia, porque, en esas cosas, la izquierda es peor que los lógicos aristotélicos del siglo XVII y la quisicosa de la quisicosa...)