sábado, 6 de abril de 2013

Forza, deboli!

- ¿Qué motoriza a la posmodernidad?

La mueve la tecnología, que hace imposible que haya un solo Dios, una sola civilización. Yo veo la posmodernidad como el fallecimiento de todas las explicaciones totales.

- José Luis Rodríguez Zapatero se dice socialista y durante su gestión condujo a España al mismo desastre que vive el resto del Viejo Continente…

– Zapatero tuvo la posibilidad de mostrarse socialista porque era muy conservador en otros aspectos. En Italia sucedió lo mismo con (Romano) Prodi. Se instituye el matrimonio gay pero se sigue siendo un capitalista. Lo cierto es que yo solamente tengo proyectos de lucha ante esta situación, no de estructura. Pienso que solamente con el hecho de que en Italia y en Europa renazca un gran movimiento de oposición sistémico, alternativo, llámese socialista o comunista, puede pasar algo. Si se cercena el consumo y la felicidad, podemos tener una revuelta, por lo menos en Italia y España. Creo que si seguimos así tendremos años de terrorismo y después de fascismo. Vamos a tener gobiernos de derecha. En esta regresión de la situación social y política quizá pueda renacer una izquierda digna de su nombre. Yo me comprometí a hacer nacer un nuevo partido comunista en Italia pero por ahora sólo somos tres o cuatro.

– ¿Cómo lo tomó la muerte de Chávez?

– Alguien dijo que lo mataron. No tengo evidencia. Pero usted sabe que los americanos han investigado en sus laboratorios fármacos absolutamente absurdos como una píldora para que todos los soldados del ejército enemigo devengan gays. Inventan cada día cosas absurdas.

- Usted ha escrito y profundizado sobre la religión y el posmodernismo (Creer que se cree, 1996; Después de la cristiandad, 2002; El futuro de la religión, 2005) y fue crítico de la Iglesia. ¿Cuál es su perspectiva con la asunción del nuevo Papa?

– Yo tengo bastante confianza en él. Aunque la religión de la posmodernidad debería tener a una Iglesia que siga un poco el itinerario del pensamiento débil, que se reduce progresivamente. Por ejemplo, una Iglesia Católica respetable, ¿necesita tener un banco? El banco del Vaticano es uno de los más corruptos del mundo. Incluso, ¿tiene que tener una moral sexual? ¿Qué puedo esperar del nuevo Papa? No muchísimo porque es un Papa y no se puede esperar que ingrese al Vaticano con la bandera roja.

– ¿Usted es creyente?

– Yo creo en el Evangelio, que me ha sido transmitido por la Iglesia. Por lo que no puedo prescindir de la Iglesia. Yo creo que soy creyente. Efectivamente, si pienso en mi ideal de vida, mi ética, pienso en términos de ética cristiana, en la imitación de Cristo: la caridad, la apertura a los otros. Me esfuerzo por ser lo que el Evangelio me dice. No creo que lo haga siempre. Así es que no puedo hablar de posmodernidad sin cristianismo. La posmodernidad me libera de todos los grandes sistemas y puedo escuchar el Evangelio. Pero sin pensar que es la única revelación posible a la que se tienen que convertir todos. Es algo que a mí me hace sentir bastante en orden conmigo mismo y que intento practicar discutiendo con otros. Si alguien me demuestra que siendo cristiano hago daño a alguien, repensaré mi posición. Por lo pronto, no puedo vivir sin ser cristiano.


Son fragmentos. El que contesta es Gianni Vattimo.

La presentación que el último número de la revista Veintitrés hace a la entrevista de Franco Mizrahi, dice:
Cualquier distraído podría pasar por alto que se trata de uno de los grandes pensadores contemporáneos, que escribió obras como El fin de la modernidad (1985) y No ser Dios (2008). Es el intelectual que definió a la posmodernidad como “el fallecimiento de todas las explicaciones totales” y creó la teoría del “pensamiento débil” –nutriéndose de Nietzsche y Heidegger, a quienes tradujo al italiano–. Provocador por naturaleza, se declara castrista, chavista, cristiano y homosexual. “Mi ideal político sería tener un buen Lenin amigo”, arriesga. Invitado por la Federación de Docentes de las Universidades (FEDUN) y por el departamento de Artes Audiovisuales del IUNA, Vattimo –quien también es integrante del Parlamento Europeo– llegó el 3 de abril a Buenos Aires para brindar un ciclo de conferencias y encuentros –libres y gratuitos– hasta el 12 del mismo mes.


- ¿Y?

- ¿Y qué?

- ¿Y con esto qué? ¿Qué sacamos de todo esto?

- Y yo que sé... Vaya, cumpa. Busque el numerito -tiene fecha 4 de abril de 2013- y lea. Y después de leer, medite y saque alguna conclusión y venga y dígame usted. Sólo le doy unos fragmentos, aunque no crea que hay mucho más... Pero y ya que estamos, por lo pronto y por ahora le digo dos cosas.

Vattimo pasa por ser uno de los gurúes de estos años. Saque cuentas.

Por otra parte, una de cuatro: o il pensiero debole resulta que era una patraña para engrupir giles o el comunismo es esencialmente débil y tanto que puede encarnar la salida política para este postmoderno, o las dos cosas juntas y miente en alguna de las dos, o no importa lo que se diga siempre se podrá decir otra cosa...