lunes, 16 de diciembre de 2013

Nox est ista


 Éxodo 12, 42

La tierra madura en llamas
un resplandor de jazmines,
blancos de luz y aromados
con un perfume sin tiempo
que amenaza el aire tibio
de esta noche sin tormentas.

La luna llena en silencio
espera un rumor del aire.
Y en el llanto de esta tierra
lloran mil ojos de fuego
tristezas como una lluvia
que riegan la tierra sola.

Hay una sed de las piedras
que secamente se pudren
sin el amparo del agua.
Y un hambre en flor que se yergue
y repta como si el miedo
le devorara la boca.

Es polvo y sangre sin rumbo
y es un dolor en las manos
y es un cansancio de siglos,
la cosecha de estos días,
barbecho de una esperanza
entre unas zarzas oculta.