martes, 2 de septiembre de 2014

1989, otro

Hace unos días, hablé de 1989 por asuntos de música, de buena música.

Y como pasa cuando uno va hacia atrás, aunque sea inadvertidamente (y sobre todo cuando hay mucho más atrás que adelante), me quedé pensando de veras qué era lo que hacía hace 25 años.

No es cuestión de aburrir con detalles de historias y asuntos que más bien sólo le interesan a quien los vivió o los hizo.

Así que elegí una sola cosa.

Solsticio

Fue la noche primera del solsticio.
Íbamos cada cual distintamente
puestos en orden decididamente
desordenado, de camino al juicio.

Todos fuera de fila pero en quicio.
Todos a la comida de los duendes,
bosque por medio del sauzal de Flandes;
todos trotando por el precipicio.

Llegamos. Coronamos a los robles
de guirnaldas de luces transparentes
y buscamos las hierbas diferentes
que hacen las pócimas de amores nobles.

Bebimos. La enramada sobre el lago
se encendió y relumbraron los tapices
que hicimos la brigada de aprendices
para sorpresa del ilustre Mago.

Bebimos otra vez. Bebió a la par
el Gran Mago del Bosque de Sauzales.

Y en la Cascada de los Abedules
entre vastos Bonetes blanco-azules
brilló su barba, levantó su mano;
enardeció los ojos, limpió males,
y nos citó a una fiesta en año impar.



Está en el N° 1 de El Druida, una entusiasta revista de letras que hacíamos por entonces y a la que yo me agregué tarde. Sin embargo, ése fue el primer poema de ese volumen y con él se abrió la publicación.

No sé bien si ahora sé, después de 25 años, por qué están esos versos allí, aunque me quedan algunos años para no andar sacando conclusiones apuradas. Pero ciertamente que no lo sabía entonces, en absoluto.

¡Y cuántas cosas dije en esos versos, que entonces no sabía!

Un viejo amigo siempre repetía: "no hay que hacer balances...."

Y, por mi parte, muchas veces he repetido aquello de Chesterton: "Un día, cuando esto termine, sabremos por qué empezó..."

Y eso podría querer decir, entonces, que muy probablemente aún hay cosas en esos versos que todavía no sé, después de 25 años.