viernes, 3 de octubre de 2014

Espejito, espejito





Mire, vea...: encontré en un antiguo manual de "Hágalo Usted mismo" un ejercicio de lo más interesante para días de tormenta como el de hoy, for instance.

Haga lo siguiente: búsquese una cara, cualquiera, la que tenga más mano y más bronca le dé (tiene que ser así para que el ejercicio rinda su fruto espiritual...)

El ejemplo que ilustra estas instrucciones es sólo a título de ilustración y no supone una sugerencia ni excluye en modo alguno caras peores. 

No sea trivial: nada de elegir la cara del Muñeco Gallardo o la de Juan Román Riquelme.

Elija con elegancia y con altura, póngale un precio alto al asunto. Por dos pesos, ni se moleste.

Ahora, ¿ya eligió? Fenómeno..., vayamos a la fase 1.

Mire bien la cara elegida. Con penetración, detenidamente, casi a punto de éxtasis, casi en el punto alfa.

Hágase uno con la cara elegida hasta que ya no sepa quién es usted y quién no es usted. Que todo usted esté en el todo de la cara elegida.

Una vez hecho lo antedicho, repítase con insistencia: "yo soy eso". (Atención: no caiga en la trampa frecuente del subterfugio y la gambeta: hágase cargo absolutamente de todo, sí: d-e t-o-d-o..., ni un gramo menos, ya tenga usted algo que ver con esa cara, ya crea que no tiene nada que ver con ella.)

Cuando crea que la frase ya es parte de su osamenta, pase a la fase 2.

Ya en la fase 2, sin dejar de mirar la cara elegida, incorpore la consigna: "eso es eso porque yo soy yo". Repítala hasta que se forme una masa homogénea. O hasta que usted entienda, lo que sea primero.

Deje reposar el espíritu en esa consigna hasta que crea haber entendido que hay una causalidad de hierro que no lo deja escapar. Puede mirar la cara y matizar con la expresión: "espejito, espejito..."

No se ponga nervioso, aplaque, con respiración rítimica y honda, la ansiedad, la angustia, el asco o cualesquiera otras reacciones resultantes del shock anímico que le produce la contemplación indicada (en la literatura específica se han relatado algunos casos de breve locura súbita y brotes psicóticos pasajeros en espíritus muelles o blandengues...)


Una vez conseguido el entendimiento de la cuestión, no deje de mirarlo con atención y espere las instrucciones de las fases 3 y 4.

Si advierte que no ha entendido, repita los pasos de estas instrucciones para alcanzar los resultados requeridos para las fases 1 y 2.