viernes, 9 de octubre de 2015

El Libro de las Acuarelas /11




La barca


Será mañana, dicen, o esta misma noche, más tarde. El sol no vendrá cuando estemos en el mar. Ni la luna hay, ni nada. Tampoco creo que no haya viento cuando estemos allá. Tal vez haya mucho mar, temporal.

Saldremos de todas formas, dicen.

Y Gino y Amaranto dicen que escampa, que habrá estrellas dentro de poco. El capitán calla. Él no dice nada y fuma acodado en el puente mientras nos mira coser redes, ajustar aparejos, apilar cajones, a la luz de los faroles.

Será mañana, digo. Pero no sé, tal vez esta misma noche.

Ni sé si habrá un pasado mañana.

Melina y el niño estarán durmiendo a estas horas. Me dijo: "Vito, vuelve..."

En la primavera, le prometí llevarla a Capri, embarcados con Gino y Chiara y los niños.

Creo que no habrá estrellas. No se ve el faro. No se ve nada. Ni demasiado viento sopla y esta niebla espesa se mete en todo y por todas partes. Tengo las manos húmedas de niebla. Los ojos.

Lucio está callado, creo que tiene miedo. Se casó la semana pasada. Y la muchacha no es de aquí, no es de mar. Tiene miedo, creo, por ella. Porque ella teme.

Melina me dijo: "Vito, abrígate. Y vuelve..."