jueves, 5 de noviembre de 2015

Con celos de tu don


Con celos de tu don, una gaviota
gime el dolor feliz de tu hermosura,
pues tu belleza hiere de tan pura
y es el mar de tus ojos su derrota.
Feliz el mar, de sus entrañas brota
el oleaje sin fin de tu figura
que no conoce sal, pues tu dulzura
el aire llena y mi sentido azota.
Ya en la tarde tristísima su vuelo
el ave alzó del mar, oscuro el cielo,
y su graznido entona sollozando.
Mientras, mi corazón, que está mirando
espumado tu andar de terciopelo,
surca tu azul amante navegando.