martes, 13 de septiembre de 2016

Lo prometido


Será una madrugada. No habrá luna.
Casuarinas habrá, y habrá los cedros
que el viento entonará, como aquel día.
Llevaré nada más que la mirada,
llevaré el corazón, y bien calzados
los pies. Y nada más. No habrá camino
hasta que el sol no alumbre. El pan, el agua,
el recuerdo de un pájaro, vibrante.
Los tréboles habrá, flores celestes,
la música de pasos sobre el polvo,
la noche quieta a mi costado. Nada
más que el río del tiempo. Hasta que llegue.
Entonces, cuando llegue, habré llegado.
Y así se cumplirá lo prometido.