domingo, 18 de junio de 2017

Sueño de la tarde


El viento llegó. La tarde,
aterida y somnolienta,
se va recostando lenta
junto a la brasa que arde.
Espera que me resguarde
entre sus brazos del frío,
que entibie este pecho mío
y que me duerma a su lado.
Pero todo lo ha soñado
y a su lado está vacío.

La tarde sueña en el viento
con una casa de piedra
abrazada por la hiedra
como si fuera de cuento.
Se le endulza el pensamiento
y el fuego, en la estancia oscura,
acompaña la dulzura
de su sueño en soledad,
la ilumina con piedad
y la aquieta con ternura.

Viene la noche llegando,
viene de hielo su sombra.
La tarde despierta y nombra
el nombre que va soñando.
Por el aire va dejando
la brasa de la madera
hebras de luz de la hoguera,
aromas de un viejo leño,
y es un perfume de ensueño
para la tarde, que espera.