miércoles, 4 de octubre de 2017

Del canto


Me dice el ruiseñor que en la mañana
tu canto lo despierta y enamora
(como entonces a mí, a él ahora...)
con su belleza límpida y temprana.
Todavía es tu voz, tu cegadora
voz de lirio, tu voz samaritana,
que sobre la memoria canta y mana
una nostalgia dulce llamadora.
Porque a tu canto vuelve y encendida
cada tarde sonora en tu regazo,
y el mundo niño que te vio conmigo.
Y al aire de tu voz nunca perdida,
en gracia musical, vuelve tu abrazo
hecho del canto que me dio tu abrigo.