lunes, 2 de octubre de 2017

Del cedro


Bajo el cielo y tu cedro se dormía
octubre, entre panales y azareros;
bullicios de dulzores y entreveros
de aromas verdes, que tu cedro había.
A su sombra, olvidé los pasajeros
amores que la luna me ofrecía.
Y en su raíz mi savia renacía
y prometía frutos venideros.
Jardinero que dio en otros jardines,
el tiempo recorrió la vida entera
secando limoneros y jazmines.
Hoy es octubre, como aquel que fuera,
y el cedro azul que abraza tus confines
aún me da tu aroma y su madera.